Por Selvin Fallas Núñez y Kenneth Alfredo Cubillo Jiménez
Académicos DER
En el marco de los cursos “Evaluación educativa para la escuela rural” y “Literatura para niños y niñas” de la División de Educación Rural, el pasado sábado 25 de mayo, el estudiantado del grupo 18, realizó una gira académica a dos comunidades del cantón de Coto Brus.
En esta ocasión se visitó la Escuela Las Marías y la Escuela Santa Fe. En estas tierras acogedoras, fueron recibidos con los brazos abiertos por el personal docente y con la efusiva calidez de los pequeños rostros sonrientes que nos aguardaban con anhelo.
Con el firme propósito de cultivar una educación que trascienda las páginas de los libros y se sumerja en la vida misma, el estudiantado junto con su profesor, emprendieron una serie de actividades llenas de magia y conexión.
A través de sesiones de animación de lectura con las galas de los trajes de los personajes se revivieron los cuentos tradicionales, se sumergieron en aventuras literarias que despertaron la imaginación y avivaron la curiosidad de los párvulos aprendices.
Luego, con juegos tradicionales se generaron risas y camaradería, tejiendo lazos de amistad entre el estudiantado DER y las niñas y los niños. Ah, y no podía faltar el famoso juego de “bola” y el resonante grito de gol.
La entrega de cuarenta libros cuidadosamente seleccionados para I y II Ciclos, representó mucho más que un simple acto de generosidad. Fue el regalo de una ventana al mundo, una oportunidad para explorar nuevos horizontes y nutrir el alma con el poder transformador de las palabras.
Pero nuestra misión no se limitó a enriquecer las mentes, también se propuró alimentar el espíritu. El estudiantado del grupo 18 se convirtieron en heraldos de la alegría, compartiendo cajitas repletas de dulces, sorpresas y el sabor delicioso de una hamburguesa preparada con amor en nuestras propias manos.
El verdadero éxito de esta jornada se reflejó en los destellos de felicidad que iluminaron el rostro de la niñez de estas escuelas. Sus risas resonaron como música en nuestros corazones, mientras nos confirmaban con entusiasmo que este había sido "un día diferente", un día que quedará grabado en la memoria colectiva como un testimonio del poder transformador de la educación y el amor.